INTRODUCCIÓN:
Los
pretextos por los que una persona escribe y aquellos que lo convierten en un
escritor o poeta, son múltiples e insólitos, extravagantes o irreverentes. Aun
así, son de gran importancia para aquel que se lance a ese mundo y quiera
llegar a triunfar con sus obras y
creatividad, más aún cuando dichas obras son de carácter educativo, los cuales tienden
a ser de temáticas específicas. En un texto con fines educativos, se evidencian
mayoritariamente redacciones del tipo expositivas y argumentativas, que tienen
como finalidad, dar una mayor comprensión a los lectores (educandos).Cabe
mencionar que para elaborar los textos citados, hay que tener en cuenta los
procesos de escritura (pre escritura, escritura y reescritura).
EL PÁRRAFO EN EL TEXTO ACADÉMICO
El texto académico,
es aquel que tiene lugar en el marco de las actividades científicas y
universitarias, respondiendo típicamente a la intención básica de producir o
transmitir conocimientos sistemáticos de alcance social; cuyos destinatarios
son los miembros de las distintas comunidades institucionales. Serán entonces textos académicos, todos
aquellos productos comunicativos (físicamente perceptibles o
"leíbles") de los cuales, son más frecuente encontrar párrafos
expositivos y argumentativos. Aun así, por lo general los estudiantes
tienden a cometer equivocaciones en el desarrollo de dichos textos, debido a
que la coherencia y cohesión entre los párrafos no es la mejor.
El error más común en la elaboración de los textos académicos se debe a la
falta de conocimiento a la hora de realizar un párrafo, por tal razón nos
tomaremos el atrevimiento de decir que lo primordial en la construcción de los
párrafos se fundamenta en tres procesos: la pre-escritura, escritura y
reescritura.
1.
El primer proceso es el de la pre-escritura, que es
el conjunto de acciones preliminares a la escritura, es decir, la búsqueda,
selección, clasificación y documentación de las ideas que conformarán el texto.
2.
Después, se da el proceso de escritura, siendo la composición
del texto, fundamentado en la organización de las ideas propuestas en la pre-escritura,
siguiendo los estatutos de la coherencia, la cohesión y la lingüística.
3. Finalmente,
llegamos al proceso o fase de reescritura; en ésta, se analiza a fondo el
escrito, detectando posibles errores de ortografía, ideas inconclusas e
incluso, inconformidades personales con la redacción ya realizada, para
proceder posteriormente a corregirlos y así “atar los clavos sueltos”.
Al mismo tiempo, es importante conocer el tipo de texto a tratar; existe una
gran variedad de textos, por mencionar algunos, se encuentran: los
descriptivos, argumentativos narrativos, conversacionales, instructivos,
predictivos, expositivos y retóricos. En esta ocasión, nos centraremos en
dos casos específicos: el argumentativo y el expositivo, siendo estos los más
comunes en el ámbito de la educación. El párrafo expositivo, es aquel que brinda información sobre diversos sucesos, sin incluir comentarios subjetivos; su
finalidad es la divulgación de los acontecimientos y persuadir al lector. El
párrafo argumentativo, es el que busca razones a cerca de un punto de vista o
una opinión, expresando pensamientos por medio de argumentos, los cuales
se pueden justificar con evidencias como fotos, vídeos, libros, entre otros.
Podemos concluir entonces que si un estudiante desea escribir un texto, sin
importar su índole, deberá tener
presentes los conceptos de pre-escritura, escritura y reescritura para obtener
una mejor redacción, pero no siendo esto un obstáculo para que su imaginación vuele y fluyan sus palabras.